Reseña de «Las brujas».

Roald Dahl
Número de páginas: 232
Precio: 14.95 €
Editorial: Alfaguara
Fantasía infantil

«No olvides que las brujas tienen magia en los dedos y un poder diabólico en la sangre. Pueden hacer que las piedras salten como ranas y que lenguas de fuego pasen sobre la superficie del agua. Estos poderes mágicos son terroríficos. Afortunadamente, hoy en día no hay un gran número de brujas en el mundo. Pero todavía hay suficientes como para asustarte».

SINOPSIS OFICIAL

Las brujas es una historia de Roald Dahl, el gran autor de la literatura infantil.

Las brujas de todo el mundo, bajo la apariencia de mujeres corrientes, están celebrando su Congreso Anual. Han decidido aniquilar a todos los niños sirviéndose de un ratonizador mágico. ¿Conseguirán vencerlas el protagonista de esta historia y su abuela?

MI OPINIÓN

A pesar de que su abuela ya le había contado historias sobre las brujas en Noruega, su país de origen, hasta que pierde a sus padres en un accidente y se tienen que mudar ambos a Inglaterra, el pequeño no tiene un verdadero encuentro con ellas. Allí el niño intenta retomar una vida normal al cuidado de su amorosa abuela, pero durante las vacaciones todo se sale un poco de control. El hotel donde planean pasar su verano es ni más ni menos que el mismo que han elegido las malvadas brujas de Inglaterra para celebrar su convención anual…

Roald Dahl en Las brujas, haciendo gala de un lenguaje cercano, crea una historia sencilla, emotiva, divertida e imaginativa, llena de creatividad en la que el amor por la familia se mezcla en una preciosa aventura para salvar a los niños del mundo.

En este libro hay bastantes personajes, pero los dos que más destacan son los protagonistas, el niño y su abuela.
El pequeño —del que no se sabe el nombre en ningún momento— es un chiquillo de ocho años avispado, valiente y leal, que adora a su abuela y haría cualquier cosa por ella. Además de confiar ciegamente en las habilidades y consejos que le da su abuela, es tremendamente listo y sabe sacar lo máximo de las situaciones a las que se enfrenta, incluso cuando estas no son las más favorables.
La abuela es una mujer oriunda de Noruega, fuerte y valiente, cariñosa, tremendamente decidida y que apoya contra viento y marea todo lo que su nieto hace. Originaria de tierras de mitos, es una experta retirada en brujas, como reconocerlas y cómo frustrar sus malvados planes.
En este libro hay una buena cantidad de personajes secundarios, como las brujas (y en particular una de ellas, la Gran Bruja, vieja, mala y despiadada), que odian a todos los niños y buscan deshacerse de ellos, o Bruno, otro de los niños que se alojan en el hoten al que van los dos protagonistas.

Las brujas, escrito en tercera persona, es un libro infantil clásico: sencillo y directo, pero no por ello simple. Es corto, y debido tanto a que la historia es muy entretenida y original como al lenguaje con el que está escrito, claro y divertido, se lee prácticamente sola, y aunque este libro no deja de ser un cuento de hadas infantil, tiene cosas muy peculiares que no suelen verse en otras historias de este estilo.
Presenta una visión diferente de las brujas de la que se suele dar en literatura infantil: estas no son feas, no tienen calderos, no tienen escobas. Toda su maldad queda escondida debajo de la apariencia de una mujer perfecta, lo que las hace mucho más peligrosas.
La aventura comenzará con el fallecimiento de los padres del protagonista, razón por la que va a vivir con su querida abuela, quien no duda en advertirle de la existencia de estas mujeres y le relata lo despiadadas que pueden ser con los niños, y es enternecedor ver la relación que tienen ambos parientes, cómplice, tierna y cercana. La trama de Las brujas es lineal y muy dinámica, con un pequeño giro que cambiará la perspectiva de la historia, y toca varios temas: la dificultad de la infancia y el ser entendidos por los demás, los miedos infantiles, lo horribles que pueden ser los adultos, la necesidad de sacar siempre lo mejor de lo peor y la importancia de la valentía y confiar en las propias habilidades.
Respecto al final, no es predecible a pesar de la historia, que va conduciendo a él de forma fluida: es agridulce, tierno y bonito, el broche perfecto para la historia. Además, como gran añadido, la edición tiene unas ilustraciones, a cargo de Quentin Blake, como en la mayoría de los libros de Dahl, que cuadran perfectamente con la historia y aumentan lo precioso y enternecedor del relato.

Totalmente recomendado, tanto para mayores como para los más pequeños.