¡Hola a todos! Siento haber estado desconectada esta semana, pero entre que mi ordenador se estaba arreglando, que hace mucho, mucho calor y que casi no he parado en casa... la verdad es que no he tenido oportunidad de entrar en blogger. Lo diré con una palabra: verano.
¡Ahora al grano!
No sé si lo sabéis, pero soy una
gran fan de la literatura Z (zombie). El caso es que el otro día (hará mes y
medio... o más) estaba por Facebook perdiendo un poco el tiempo y vi un test en el que
me decían cuándo moriría en el caso de que se desatara EL APOCALIPSIS ZOMBIE (me
gusta escribirlo con mayúsculas y negrita, queda más dramático) y no pude resistirme, así
que lo hice. Me salió éste resultado:
(estoy sorprendida, nunca pensé que
aguantaría tantísimo).
Tras unos comentarios de unas amigas, que especulaban
cómo podría haberme muerto, no pude contenerme y tuve que escribir la crónica
de mi muerte.
¡Aquí os la dejo!
BIENVENIDOS AL FIN DEL MUNDO
La tierra se ha convertido en el
infierno: el mundo de un día para otro se vino abajo; hubo un tiempo en el que
el ser humano fue el mayor tirano de la naturaleza... ahora no somos más que
una presa indefensa.
Ocho meses atrás la humanidad se
condenó: tras la explosión de una bomba atómica en la guerra por el dominio del
petróleo en Arabia los cadáveres llenos de radiación que fueron recuperados de
las inmediaciones de la explosión volvieron a la vida en la morgue, atacando a
los forenses que trataban de identificarles. Ni siquiera los trajes especiales
pudieron protegerles. En ese preciso instante se desató el apocalipsis: la
enfermedad se desplazó rápidamente país por país, sin que los muertos
distinguieran fronteras en su ansia por apagar toda vida que se cruzara en su
camino; derrumbando democracias, dictaduras y monarquías por igual. España cayó
rápidamente. Madrid, por lo menos. Demasiada gente, demasiado caos, ningún
sitio donde escapar.
Vi cómo atacaban a mi familia. Vi
sangre, horror, vísceras, muerte. El Retiro fue el último bastión de los
supervivientes, donde nos hacinábamos sin esperanza, aterrados, cercados por
los no muertos. Sobrevivimos dos meses casi sin comida, luchando por el agua,
luchando por la vida... Después, en un descuido de uno de los vigilantes, las
empalizadas cayeron y con ellas nuestra seguridad: de nuevo la muerte,
encarnada por los podridos cadáveres que antes habían sido gente como nosotros,
nos rodeaba. Aún no comprendo cómo logré sobrevivir, pero escapé a duras penas
y comencé a viajar, esperando encontrar civilización o al menos gente en mi
camino. Pero en el tiempo que pasé de viaje no encontré nada más que muerte.
Todo el sistema se había venido abajo: ni electricidad, ni agua corriente...
volvíamos a estar atrapados en el siglo XIX, todos los avances de la humanidad
inútiles ante tanta destrucción. Meses después, herida, cansada, sedienta, hambrienta...
llegué a Barcelona, donde encontré un lugar donde esconderme. Logré apañármelas
bastante bien tras hacerme con un arma, lo que hizo que cogiera confianza. Un
error fatal.
Hoy por la mañana salí a buscar
comida y agua. Me encaminé sin bajar la guardia hacia la Sagrada Familia, donde
sabía que había habido un centro de refugio caído hacía tiempo, pero en el que
aún quedaban algunas latas de conservas; escondiéndome como podía de los
muertos que se tambaleaban por las calles, con la mano en la culata de la
pistola que a duras penas sabía utilizar. Y cuando llegué allí escuché un
grito: un zombie solitario había acorralado a un gato que, aterrorizado, le
bufaba sin poder escapar. Negué con la cabeza tristemente y di media vuelta
para buscar otro camino por el que llegar al refugio cuando vi a un chico, que
me observaba atentamente y con cierta mirada de recriminación por dejar sin
justicia a ese gato, desde un escaparate cercano.
<<¡Un vivo! Y guapo,
además>> no pude evitar pensar, emocionada ante la presencia de alguien más tras tantos meses sin encontrar en mi camino más vida que la mía. Envalentonada por la mirada
del desconocido me dispuse a enfrentarme al zombie para salvar al felino en un
acto de estúpida valentía...
Otro tremendo error.
En cuanto me divisó el muerto fue demasiado rápido: abandonó el gato en el suelo y se dirigió hacia mí, que, paralizada, ni
siquiera pude sacar la pistola del cinturón. Me mordió en el cuello y me dejó
moribunda en el suelo, sin terminar la matanza, dejándome agonizar sobre el
pavimento. Ni siquiera pude salvar al gato, que fue su siguiente presa...
Me estoy muriendo, lo sé, no voy
a aguantar mucho más. Voy a ser uno de ellos, uno de esos monstruos.
Y todo por impresionar a lo que...
ahora que me fijo bien es... un maniquí muy bien vestido.
Maldición.
Fin.
¿Qué os parece? La verdad es que
no está muy allá, porque lo escribí a toda prisa y mientras hacía otras cosas, pero me reí muchísimo
mientras me lo imaginaba todo... sobre todo porque es algo que podría pasar, hipotéticamente hablando... Espero que os haya sacado también a vosotros una sonrisa.
Y hasta aquí la entrada de hoy. Sé que es un post algo distinto, pero me apetecía compartir con vosotros esta historia. ¡Hasta pronto!
Hola, soy Mariquilla de la iniciativa Granos de arena, ya te sigo:3
ResponderEliminarMi blog: confesionesliterarias.blogspot.com
Jaja me ha encantado la entrada. Estos tests de Facebook a veces dan para mucho. :)
ResponderEliminarGracias por este toque fresco y divertido.
Besitos.
¡Me alegra que te haya gustado!
EliminarLa verdad es que algunos test dan ideas para relatos extraños, sí :)
¡Un beso!
Jajajajj qué put... maniquí¡¡¡¡ jajajajaj¡¡¡
ResponderEliminarPuedes sacarle mucho partido a esta historia¡¡¡
haz un relato y desarrolla tu forma de sobrevivir cómo te haces con la pistola y cómo llegas a Barcelona¡¡¡ Será una pasada... escribes muy bien pero queremos más¡¡¡¡ un besazo¡¡¡
El maniquí es lo peor, ¿verdad? jajaja
EliminarIntentaré alargar la historia un poco ;) ¡Me alegra mucho que te haya gustado!
¡Un beso!
Qué gracioso, jajaja. 8 meses no está nada mal :D
ResponderEliminarBesos!
Lo cierto es que fui la primera sorprendida, yo pensaba que no duraría ni un telediario jajaja
Eliminar¡Un beso!
jajaja yo igual lo hice aunque no dure tanto como tu jaja que mal aunque lo sospechaba a pesar de que me encantan los zombies no soy para sobrevivir a ellos XD, y tu historia muy genial aunque todo por ese gato te mordieron y bueno por el guapo chico XD
ResponderEliminarjajaja yo igual lo hice aunque no dure tanto como tu jaja que mal aunque lo sospechaba a pesar de que me encantan los zombies no soy para sobrevivir a ellos XD, y tu historia muy genial aunque todo por ese gato te mordieron y bueno por el guapo chico XD
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