Reseña de «El barón rampante».

Ítalo Calvino
Número de páginas: 248
Precio: 13.90 €
Editorial Siruela
Picaresca social

«Supo convertir su amor por este elemento arbóreo, como ocurre con todos los amores verdaderos, en algo despiadado y doloroso, que hiere y cercena para hacer crecer y dar forma».

SINOPSIS OFICIAL

Cuando tenía doce años, Cosimo Piovasco, barón de Rondó, en un gesto de rebelión contra la tiranía familiar, se encaramó a una encina del jardín de la casa paterna. Ese mismo día, el 15 de junio de 1767, encontró a la hija de los marqueses de Ondarivia y le anunció su propósito de no bajar nunca de los árboles. Desde entonces y hasta el final de su vida, Cosimo permanece fiel a una disciplina que él mismo se ha impuesto. La acción fantástica transcurre en las postrimerías del siglo XVIII y en los albores del XIX. Cosimo participa tanto en la revolución francesa como en las invasiones napoleónicas, pero sin abandonar nunca esa distancia necesaria que le permite estar dentro y fuera de las cosas al mismo tiempo. En esta espléndida obra, Calvino se enfrenta con el que, según él mismo declaró, es su verdadero tema narrativo: «Una persona se fija voluntariamente una difícil regla y la sigue hasta sus últimas consecuencias, ya que sin ella no sería él mismo ni para sí ni para los otros».

MI OPINIÓN

Tras una discusión con su familia, negándose a comer lo que le habían servido y sentarse con el resto de la familia a la mesa, Cosimo Piovasco di Rondò se encaramó a un árbol y juró no volver a pisar nunca más el suelo…  y se erige como amo y señor de los bosques de la zona, dispuesto a vivir grandes aventuras y haciendo caso omiso de todos aquellos que le señalaban como loco.

En El barón rampante Ítalo Calvino habla, con multitud de picaresca y momentos rayanos en el realismo mágico, además de una pluma ágil y fresca, de la rebelión, de la importancia de ser uno mismo y luchar por la libertad y nuestros principios. Asimismo, junto a eso, recalca el peligro del orgullo desmedido.

En esta obra aparecen bastante personajes, la mayoría de ellos más o menos caricaturizados o fantásticos, aunque los más destacados son los aquí mencionados, ya que los secundarios solo sirven para dar contexto sociocultural e ir añadiendo detalles a la trama.
El principal personaje es Cosimo di Rondò, el protagonista y con el que comienza la aventura, que a pesar de su decisión de no volver a pisar suelo y construir su nación en los árboles, es un personaje creíble, rebelde y cercano, de gran nobleza de espíritu y a quien el resto del pueblo quiere. Su aventura comienza a los doce años.
Corradina di Rondò es la madre de Cosimo, también conocida como La Coronela: hija de un coronel del ejército, era terriblemente estricta y apasionada de lo marcial, por lo que no destaca por su carácter maternal, aunque su personaje experimenta una evolución a lo largo de los años, cuando descubre que nada puede hacer para que su hijo descienda de nuevo a tierra.
Armonio Piovasco di Rondò, barón, el padre de Cosimo, es un hombre con aires de grandeza y muy disciplinado, que intenta imponer esa misma disciplina en sus hijos aunque descuida un poco su hogar, demasiado centrado en los títulos que podría conseguir. Es un hombre muy orgulloso y la razón por la cual el personaje principal decidió abandonar el suelo y comenzar a vivir en los árboles, como un desafío personal que convirtió en su vida.
Viola de Ondariva, la vecina de la familia di Rondò, es uno de los personajes a los que se conoce tanto de niña como de adulta y de quien se hace un seguimiento de carácter, junto a Cosimo. Es una niña algo malcriada, con aires, caprichosa y altanera que, a pesar de todo, se acaba convirtiendo en el interés romántico del protagonista y con la cual acabará viviendo una historia de amor que, a pesar de todo, no hará que Cosimo descienda de los árboles.
Y finalmente, Biaggi di Rondò, el hermano pequeño de Cosimo y su compañero de travesuras infantiles, uno de los personajes más convencionales y el narrador de la historia. Es tremendamente fiel a su hermano, aunque no comparta sus ideales, y lo ayuda en todo lo que puede sintiendo hacia él muchísima admiración y amor.

El narrador de El barón rampante es  Biagio di Rondò, el hermano de Cosimo, el protagonista, y la redacción es interna y externa a la vez, en la que se mezcla la primera persona con la tercera dependiendo de si el narrador ha vivido también la situación a la que se refiere. Incluso, a veces, se encuentra algún fragmento relatado desde Cosimo, lo que le da más interés, pero manteniendo el estilo de libro Ilustrado y la idea de rechazar lo impuesto, dudar de lo establecido.
En cuanto a la estructura externa, la obra se organiza en treinta capítulos breves divididos en tres apartados, el Inicio (en el que se presenta el lugar donde se desarrollará toda la acción, Ombrosa, un pueblo ficticio de Italia, así como a los personajes), Desarrollo (donde la novela se desarrolla realmente y donde se cuentan las aventuras de Cosimo) y, finalmente, Final. El orden que sigue esta novela, como reminiscencia de la vida del protagonista, es cronológico, y el estilo es sencillo, preciso y lleno de humor, con diálogos ingeniosos que se alternan con descripciones en ocasiones un poco más líricas, por lo que se lee muy rápidamente y el lector queda completamente entretenido con las aventuras del barón: la pluma de Ítalo Calvino es fluida y muy cuidada.
Además, tanto la historia, que tanto muestra del ambiente de la Italia del momento, así como de la rebeldía del movimiento ilustrado, como el lenguaje que utiliza, muy fluido y humorístico, no atenúan la relevancia del tema o la importancia de los personajes: es un libro de un importante valor literario que gana muchísimo gracias a los momentos picarescos rayanos en el realismo mágico, el interesante final, lo divertido de los personajes y la trama de rebeldía y, en sí, las aventuras que presenta.

Agradecimientos especiales a mi padre por habérmelo recomendado.