Recomendación: «Coco».

¡Hola a todos!

En esta entrada quiero hablaros de una película que vi hace unos días y que os quiero recomendar. Como habréis visto por el título, es Coco, de Pixar, la última película de animación que ha sacado la compañía junto a Disney.

 
Lo cierto es que cuando llegué al cine no sabía gran cosa de la película: los tráilers no la destripaban (gracias a Dios, me fastidia un montón cuando el vídeo promocional me cuenta la historia al completo), no había leído nada por internet… lo único que conocía era el título y una de las imágenes publicitarias. Pero era Disney Pixar, y yo me apunto a todas sus películas (a pesar de que con la… ¿penúltima? que vi suya no quedé muy satisfecha, ya que creo que Inside Out podría haber sido mucho mejor de lo que fue), así que al cine que me dirigí. Esta vez Pixar no me ha defraudado en absoluto. Coco me ha encantado (de hecho, me recuerda mucho más al estilo de Toy Story que a las nuevas que la compañía ha sacado, lo que también ha hecho que me haya gustado mucho más).

Inspirada en la festividad mexicana del Día de los Muertos, esta película muestra un México colorido y tradicional y relata la historia de Miguel Rivera, un niño de doce años que vive en un pueblo llamado Santa Cecilia y que es miembro de una familia de zapateros. Este siente una gran pasión por la música, pero su familia, por algo que sucedió en el pasado, la desprecia e intenta por todos los medios posibles alejarle de ella. Esto lleva a Miguel, en una aventura que jamás podría haber imaginado, a la Tierra de los Muertos en busca de la bendición del único familiar que podría comprender su amor por la música, su tatarabuelo Ernesto de Cruz, un músico famosísimo, conocido a lo largo y ancho de México.

El argumento de la película, que transcurre durante la noche del Día de los Muertos, se entrelaza con un mensaje muy tierno y nostálgico: el amor, recuerdo y arraigo a la familia, el respeto a las tradiciones. Coco habla de los lazos familiares y la importancia de recordar nuestras raíces, sembradas por los que vinieron antes que nosotros, sin dejar de lado nuestros sueños. La trama se centra sobre todo en Miguel y en su viaje, donde tiene la oportunidad de conocerse con mayor profundidad a sí mismo y a su familia, evolucionando a la vez que el protagonista, pero muestra también a más personajes, como a la Abuelita (una mujer de fuerte carácter, extremadamente hábil en el lanzamiento y amenaza con zapatilla), Héctor (el guía y amigo de Miguel en la Tierra de los Muertos), Mamá Imelda…, entre otros, que ayudan a conducir la historia, aportando tanto el toque emocional como el divertido.

En Coco Pixar se ha superado a sí misma, ya no solo con la historia; respecto a lo visual, es magnífica: los altares, las flores, las ofrendas, las calles… desprenden vida y magia, e incluso la Tierra de los Muertos, con sus complejas estructuras y edificaciones, vibra con emoción y colorido, tan real todo que casi parece que está ahí, al alcance de la mano. Mención especial merece la banda sonora, que es mezcla de entusiasmo, nostalgia y emoción: una obra de arte.

No voy a decir más para evitar spoilers, pero os hacéis una idea. Coco es, en definitiva, una película que hay que ver. De visionado obligatorio para niños y adultos (que, de hecho, captarán algunas cosas que es más probable que se le escapen a los más pequeños), para mí ha supuesto un antes y un después. A lo mejor es el hype, que todavía no se me ha bajado y habla por mí, pero desde luego, se ha convertido en una de mis películas actuales de Disney Pixar preferidas.

Por favor, no os la perdáis. Si tenéis la oportunidad, no dudéis en ir a verla.