Connie Willis
Precio: descatalogado. Se puede conseguir en Amazon.
Nº de páginas: 288
Editorial: S.A. EDICIONES B
Ciencia ficción
<<Lo mismo pasa con los descubrimientos científicos. A la gente le gusta considerar la ciencia como algo racional y razonable, que avanza paso a paso, de la hipótesis al experimento y por último a las conclusiones. El doctor Chin, el ganador de la beca Niebnitz del año pasado, escribió: “El proceso del descubrimiento científico es la extensión lógica de la observación mediante la experimentación”.
Nada más lejos de la verdad. El proceso científico es exactamente igual que cualquier otra empresa humana: complicado, azaroso y mal dirigido, y depende enormemente de la casualidad>>.
SINOPSIS
Sandra Foster estudia las modas, desde las muñecas Barbie hasta el grunge: cómo empiezan y qué significan. Bennett O'Reilly es un especialista en teoría del caos que observa la conducta de un grupo de monos. Aunque ambos trabajan para la corporación HiTek, no se conocen hasta el día que se produce un error en la entrega de un paquete. Es un momento de sincronía que les sumerge en un sistema caótico propio de todo tipo de equívocos, una beca de investigación de un millón de dólares, café con leche, tatuajes, pelo corto, y una serie de coincidencias que dejan a Bennett sin monos, sin dinero y casi sin trabajo. Sandra acude al rescate aportando un rebaño de ovejas y una idea para un nuevo proyecto conjunto. ¿Qué otro animal podría ilustrar mejor la teoría del caos y la mentalidad de rebaño que tan a menudo caracteriza la conducta humana y su aceptación de las modas? Pero los descubrimientos científicos rara vez son directos y nunca resultan simples. Los contratiempos y desastres, los corazones rotos y los callejones sin salida abundan. Y las posibles soluciones son escasas.
MI OPINIÓN
Cuando por culpa de unos errores de Flip, la encargada del suministro de materiales, un paquete acaba en la oficina equivocada y tras la posterior negativa de Flip para llevarlo a su dueño, Sandra, que investiga la causa de las modas, recorre todo el edificio de HiTek. Al entregarlo, se encuentra con Bennett, quien estudia la teoría del caos, y pronto descubren que sus trabajos tienen más puntos en común de lo que pensaban.
En “Oveja mansa” se desarrolla una aguda crítica hacia los distintos tipos de modas y el seguir esas modas como borregos sin darse cuenta del cambio de comportamiento que a veces estas provocan; hacia el departamento de Recursos Humanos de las grandes empresas y su carácter, en muchas ocasiones, superficial; hacia la constante lucha de tratar de controlar los descubrimientos científicos con panfletos y firmas. Con humor y sutileza Willis introduce un libro no de ciencia ficción espacial, sino de ciencia ficción cotidiana, agradable y rápida de leer y que desde luego induce a la reflexión.
Lo mejor de este libro son los personajes, los que llevan el peso de la novela y la van dirigiendo hacia su resultado final: sean más o menos absurdos son completamente reconocibles e identificables con gente con la que uno puede haberse topado por la calle. Los principales son Sandra Foster y Bennet O’Reilly, quienes llevan el hilo principal de la historia; y de entre los secundarios, más o menos esterotipados a propósito, también hay algunos que destacan.
Sandra Foster es una mujer culta y racional que ama la buena literatura; una socióloga con un máster en psicología que trabaja en la agencia HiTek tratando de averiguar cómo se originan las modas y cuál es el papel que juega la conducta humana en su expansión, envuelta al principio del libro en la investigación de cómo se originó la tendencia del pelo corto en las mujeres a principios del siglo XX. Es tranquila y empática y resulta muy sencillo empatizar con ella.
Bennet O’Riley también trabaja en HiTek, es un investigador de la teoría del caos. Es un hombre completamente ajeno e inmune a las modas, divertido y despistado.
Respecto a los personajes secundarios, es en ellos sobre todos en los que radica el humor de la novela: en sus actitudes ante la vida y en cómo a medida que las modas se desarrollan van cambiando poco a poco para adaptarse a ellas. El personaje más destacable es sin duda alguna el de Flip, la encargada del correo y el suministro de materiales, una persona completamente insufrible, inculta, cargante, incompetente, vaga y tremendamente divertida por sus constantes salidas de tono que provoca el caos allá donde va.
La trama, aparte de mostrar esa crítica a seguir las modas sin pensar, a los ejercicios de las grandes empresas que controlan a los científicos y de imponer un límite a la ciencia, muestra una historia donde la ambientación, en un tono jocoso y extravagante, paródico, imita la vida real: la ciencia ficción de Willis es muy sutil en esta novela, muy cotidiana. La historia se desarrolla de tal modo que al principio no parece suceder nada que ayude a los protagonistas, hasta que se desata el completo caos y, en medio del mismo, todo de pronto recobra el orden.
Toda la historia comienza con un error de Flip, la peor asistente que existió alguna vez en el mundo empresarial. Debido a ella Bennett y Sandra se conocen y descubren lo parecidas que son sus investigaciones, y debido a ella Bennett no consigue obtener el permiso de Dirección para los animales con los que realizar sus experimentos. Sandra entonces decide ayudarle aportando un rebaño de ovejas por su fuerte instinto gregario, y ofreciéndole trabajar en un proyecto compartido, con el que él pueda descubrir cómo se organiza el caos y ella cómo se inician las modas, quién inicia las pautas de conducta aún sin darse cuenta de ello.
Junto con las ovejas, Willis muestra una curiosa reflexión: no son, efectivamente, el animal más listo, y es divertido ver cómo se imitan las unas a las otras, pero los humanos hacen exactamente lo mismo, debido al gregarismo que domina la sociedad.
“Oveja mansa” es un libro dividido en capítulos cortos, cada uno de ellos iniciado por un párrafo que cuenta un dato distinto de una moda. Es una novela muy ágil y con un buen ritmo, rápida de leer, que mezcla humor, ciencia, intriga en una historia llena de reflexiones de lo más interesantes.
Precio: descatalogado. Se puede conseguir en Amazon.
Nº de páginas: 288
Editorial: S.A. EDICIONES B
Ciencia ficción
<<Lo mismo pasa con los descubrimientos científicos. A la gente le gusta considerar la ciencia como algo racional y razonable, que avanza paso a paso, de la hipótesis al experimento y por último a las conclusiones. El doctor Chin, el ganador de la beca Niebnitz del año pasado, escribió: “El proceso del descubrimiento científico es la extensión lógica de la observación mediante la experimentación”.
Nada más lejos de la verdad. El proceso científico es exactamente igual que cualquier otra empresa humana: complicado, azaroso y mal dirigido, y depende enormemente de la casualidad>>.
SINOPSIS
Sandra Foster estudia las modas, desde las muñecas Barbie hasta el grunge: cómo empiezan y qué significan. Bennett O'Reilly es un especialista en teoría del caos que observa la conducta de un grupo de monos. Aunque ambos trabajan para la corporación HiTek, no se conocen hasta el día que se produce un error en la entrega de un paquete. Es un momento de sincronía que les sumerge en un sistema caótico propio de todo tipo de equívocos, una beca de investigación de un millón de dólares, café con leche, tatuajes, pelo corto, y una serie de coincidencias que dejan a Bennett sin monos, sin dinero y casi sin trabajo. Sandra acude al rescate aportando un rebaño de ovejas y una idea para un nuevo proyecto conjunto. ¿Qué otro animal podría ilustrar mejor la teoría del caos y la mentalidad de rebaño que tan a menudo caracteriza la conducta humana y su aceptación de las modas? Pero los descubrimientos científicos rara vez son directos y nunca resultan simples. Los contratiempos y desastres, los corazones rotos y los callejones sin salida abundan. Y las posibles soluciones son escasas.
MI OPINIÓN
Cuando por culpa de unos errores de Flip, la encargada del suministro de materiales, un paquete acaba en la oficina equivocada y tras la posterior negativa de Flip para llevarlo a su dueño, Sandra, que investiga la causa de las modas, recorre todo el edificio de HiTek. Al entregarlo, se encuentra con Bennett, quien estudia la teoría del caos, y pronto descubren que sus trabajos tienen más puntos en común de lo que pensaban.
En “Oveja mansa” se desarrolla una aguda crítica hacia los distintos tipos de modas y el seguir esas modas como borregos sin darse cuenta del cambio de comportamiento que a veces estas provocan; hacia el departamento de Recursos Humanos de las grandes empresas y su carácter, en muchas ocasiones, superficial; hacia la constante lucha de tratar de controlar los descubrimientos científicos con panfletos y firmas. Con humor y sutileza Willis introduce un libro no de ciencia ficción espacial, sino de ciencia ficción cotidiana, agradable y rápida de leer y que desde luego induce a la reflexión.
Lo mejor de este libro son los personajes, los que llevan el peso de la novela y la van dirigiendo hacia su resultado final: sean más o menos absurdos son completamente reconocibles e identificables con gente con la que uno puede haberse topado por la calle. Los principales son Sandra Foster y Bennet O’Reilly, quienes llevan el hilo principal de la historia; y de entre los secundarios, más o menos esterotipados a propósito, también hay algunos que destacan.
Sandra Foster es una mujer culta y racional que ama la buena literatura; una socióloga con un máster en psicología que trabaja en la agencia HiTek tratando de averiguar cómo se originan las modas y cuál es el papel que juega la conducta humana en su expansión, envuelta al principio del libro en la investigación de cómo se originó la tendencia del pelo corto en las mujeres a principios del siglo XX. Es tranquila y empática y resulta muy sencillo empatizar con ella.
Bennet O’Riley también trabaja en HiTek, es un investigador de la teoría del caos. Es un hombre completamente ajeno e inmune a las modas, divertido y despistado.
Respecto a los personajes secundarios, es en ellos sobre todos en los que radica el humor de la novela: en sus actitudes ante la vida y en cómo a medida que las modas se desarrollan van cambiando poco a poco para adaptarse a ellas. El personaje más destacable es sin duda alguna el de Flip, la encargada del correo y el suministro de materiales, una persona completamente insufrible, inculta, cargante, incompetente, vaga y tremendamente divertida por sus constantes salidas de tono que provoca el caos allá donde va.
La trama, aparte de mostrar esa crítica a seguir las modas sin pensar, a los ejercicios de las grandes empresas que controlan a los científicos y de imponer un límite a la ciencia, muestra una historia donde la ambientación, en un tono jocoso y extravagante, paródico, imita la vida real: la ciencia ficción de Willis es muy sutil en esta novela, muy cotidiana. La historia se desarrolla de tal modo que al principio no parece suceder nada que ayude a los protagonistas, hasta que se desata el completo caos y, en medio del mismo, todo de pronto recobra el orden.
Toda la historia comienza con un error de Flip, la peor asistente que existió alguna vez en el mundo empresarial. Debido a ella Bennett y Sandra se conocen y descubren lo parecidas que son sus investigaciones, y debido a ella Bennett no consigue obtener el permiso de Dirección para los animales con los que realizar sus experimentos. Sandra entonces decide ayudarle aportando un rebaño de ovejas por su fuerte instinto gregario, y ofreciéndole trabajar en un proyecto compartido, con el que él pueda descubrir cómo se organiza el caos y ella cómo se inician las modas, quién inicia las pautas de conducta aún sin darse cuenta de ello.
Junto con las ovejas, Willis muestra una curiosa reflexión: no son, efectivamente, el animal más listo, y es divertido ver cómo se imitan las unas a las otras, pero los humanos hacen exactamente lo mismo, debido al gregarismo que domina la sociedad.
“Oveja mansa” es un libro dividido en capítulos cortos, cada uno de ellos iniciado por un párrafo que cuenta un dato distinto de una moda. Es una novela muy ágil y con un buen ritmo, rápida de leer, que mezcla humor, ciencia, intriga en una historia llena de reflexiones de lo más interesantes.
Muy buen comentario de un muy buen libro. Connie Willis hace un retrato de la asistente Flip que hará que muchas personas reconozcan perfectamente a ese compañera/o de oficina que tiene la habilidad de hacerlo todo de aquella manera y pasar por encima del desastre sin que nada les toque. Oveja mansa es muy recomendable.
ResponderEliminarJuan Carlos
¡Buenas! Me estoy poniendo al día con las entradas de todos que he estado algo desaparecida xDDD Últimamente me estoy sintiendo cómoda con los capítulos cortos en las novelas, la verdad es que cuando tienes un bloqueo lector agilizan mucho la lectura
ResponderEliminarHola.
ResponderEliminarSi te digo la verdad no me llamaba nada el título, pero al leer la reseña todo ha cobrado sentido. Sin duda me parece muy interesante, sobre todo por todo lo que comentas y de todo lo que habla.
Muchos besos!
Holaa, hace unas semanas que vi este libro en la librería y me entraron ganas de leerlo, pero antes no había leído nada sobre el, pero con tu reseña la verdad es que me animas a que lo lea un poco más. Me alegro que te haya gustado y gracias por la reseña.
ResponderEliminarUn beso ^^
Sandra Foster estudia las modas, desde las muñecas Barbie hasta el grunge: cómo empiezan y qué significan. Bennett O'Reilly es un especialista en teoría del caos que observa la conducta de un grupo de monos. Aunque ambos trabajan para la corporación HiTek, goodnightpublishing.com/columna-de-destilacion-fraccionada/
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