Especial Úrsula K. Le Guin.

¡Hola a todos!

Esta semana he decidido escribir otro de mis especiales, esta vez como un intento de homenajear a una gran maestra de la literatura de este siglo que, tristemente, falleció hace unos días dejando a millones de fans desolados. Como habréis podido intuir por el título, esta entrada se centra en Úrsula K. Le Guin.

Úrsula Kroeber Le Guin nació en Berkeley (EEUU) el 21 de octubre de 1929 y falleció en Portland (EEUU) el 22 de Enero de 2018. Fue una renombrada novelista y ensayista cuya obra se clasifica entre la ciencia ficción y la ficción fantástica, aunque también ejerció como poeta y crítica. Como hija de un antropólogo y habiendo sido educada en el seno de una familia que fomentaba el interés académico por los mitos y leyendas, su obra tiene una clara vertiente socioantropológica que, enredada con la fantasía, analiza al ser humano, su futuro y sus actos. Ella misma se definía como «Feminista, conservacionista, ecologista, apasionadamente comprometida con la literatura».

Ganadora de premios como el National Book Award, Hugo, Nebula, Locus o Júpiter, comenzó a escribir desde muy joven: a los once años envió su primer relato a una revista, aunque este no fue publicado. En sus inicios como escritora, intentando publicar sus obras, se enfrentó a varios rechazos seguidos, a pesar de lo cual no cejó en el intento. Publicó por primera vez en la revista Amazing en 1962 con un cuento de fantasía, aunque su debut como novelista llegó en 1966 con El mundo de Rocannon, parte de un universo creado por ella (llamado Ekumen) en el que conviven diferentes razas humanoides descendientes de uno solo, y fue esta novela, junto con Planeta de exilio y La ciudad de las ilusiones, las que por fin la marcaron como una autora relevante en el mapa de la ciencia ficción.

Además de la ciencia ficción, Le Guin trabajó con éxito el género fantástico: El ciclo de Terramar (serie compuesta por Un mago de Terramar, Las tumbas de Atuan, La costa más lejana, Tehanu y En el otro viento), colección de culto para los fans de la fantasía, es una de sus obras más conocidas ya que va mucho más allá de las novelas de ficción, interesándose por el inconsciente humano y su potencial con el estilo que le caracteriza, moralizante, preocupado por los asuntos actuales, vibrante y apasionante.

Actualmente sus libros se han traducido a más de cuarenta idiomas y han vendido millones de copias por todo el mundo. ¡Ah! Y no la he llamado gran maestra por nada: de hecho, recibió ese título en 2003 por la SFWA. Inteligente, firme y humilde, en palabras de Neil Gaiman, «Sus libros fueron sabios. Cuando escribió ciencia ficción, comprendió que las ciencias políticas y sociales formaban parte de la ciencia en la ficción, que la antropología era el lugar científico en el que sucedía lo que sucedía. Cuando escribió la fantasía, la basó en la realidad, y en la realidad profunda de quiénes son los seres humanos, de lo que importa, de la magia del lenguaje».

Efectivamente, gran parte de su obra se distingue por su interés en las ciencias sociales, entre ellas la sociología y la antropología. En sus trabajos, Le Guin reflexiona sobre nuestra propia cultura; aunque su literatura es fantástica, está plagada de propuestas morales, de preocupaciones metafísicas y cósmicas que afectan al hombre contemporáneo. Sus mundos están poblados por personajes profundamente humanos. Habla de herreros, cabreros, marineros, de pequeños pueblos, de artesanos.

«Como escritora de ficción, no hablo solo de mensajes. Hablo de historias. Claro, mi historia significa algo, pero si quieres saber lo que significa, tienes que hacer la pregunta en términos apropiados para contar historias. Términos como ‘mensaje’ son apropiados para la escritura expositiva, la escritura didáctica y los sermones, idiomas diferentes a la ficción.

La noción de que una historia tiene que tener un mensaje supone que esta puede reducirse a unas pocas palabras abstractas, claramente resumidas en un examen para la escuela, la universidad o una revisión crítica enérgica». Úsula K. Le Guin.

Finalizando con esa cita suya, no puedo hacer más que deciros que, si aún no habéis leído nada de ella, os animo a que lo hagáis. No os vais a arrepentir.

Adiós, maestra.

Otras entradas de este estilo

Especial Terry Pratchett: Mundodisco.

Especial Connie Willis.