jueves, 30 de abril de 2015

"Prohibido"

Atención: esta es una reseña extremadamente negativa. Si no te gusta leer opiniones de este tipo o realmente te ha encantado este libro y no quieres leer nada negativo sobre el mismo, esta no es tu reseña. ¡Nos veremos en la próxima!

Tabitha Suzuma
Precio: 17.90 €
Número de páginas: 384
Editorial: Oz Editorial 
Juvenil


<<-No podrán detenernos. No dejaremos que nadie nos pare...- coge mi mano con la suya, comienza a besármela con sus suaves y delicados labios.
-Pero se trata del mundo- dice él con la voz tan angustiada que no es más que es un susurro-. ¿Cómo...? ¿Cómo podremos contra el mundo entero?>>.



SINOPSIS OFICIAL

«No podemos, si empezamos, ¿cómo vamos a pararlo?». Lochan y Maya de diecisiete años, siempre se han sentido más amigos que hermanos. Ante la incapacidad de una madre alcohólica y la ausencia de un padre que los abandonó, deben hacerse cargo de sus hermanos menores y esconder su situación a los servicios sociales. Esa responsabilidad les ha unido, tanto, que se han enamorado. Saben que su relación está mal y que no puede continuar, pero al mismo tiempo no pueden controlar sus emociones y la atracción les domina. Su amor es un amor prohibido, y si alguien descubre su secreto, no habrá un final feliz para ellos.

MI OPINIÓN

“Prohibido” relata la historia de dos hermanos que desde hace años cuidan de la casa y de sus tres hermanos pequeños ya que su madre nunca se encuentra en casa y cuando sí está se encuentra completamente borracha. Esa situación en la que ambos llevan viviendo tanto tiempo ha desembocado en amor. Su historia está prohibida, pero a pesar de ello intentarán sacarla adelante ya que lo único que buscan es ser felices.

La historia es completamente cliché: entre las páginas de la novela se encuentra una familia desestructurada en la que la madre es alcohólica y no se ocupa de sus hijos, el padre no está ya que se fue al otro lado del país y se desentendió de ellos y los hermanos mayores cuidan de los pequeños. Lo único que varía es que en esta historia Tabitha Suzuma hace que los dos hermanos mayores se enamoran entre ellos en lo que parece un intento de innovación y de intentar salir del ámbito de la heteronormatividad que se da tanto actualmente en el mundo literario de la romántica juvenil.
Quitando que el tema del incesto es uno de los temas más controvertidos que existen y que muy pocos escritores saben tratarlo bien, (y con el que yo por motivos sociales y de parentesco no estoy de acuerdo, por lo que la novela se me hizo pesada también por este motivo) nos encontramos con una trama absurda, repetitiva y predecible que no aporta nada: las 384 páginas de la novela son de relleno. Todas y cada una de ellas.

Respecto a los personajes, todos sin excepción me han parecido completamente planos, insulsos y estúpidos, con la posible excepción del hermano mediano rebelde Kit, que a veces tenía alguna pincelada de vida. Encontramos seis personajes recurrentes: la madre (alcohólica, irresponsable... una viva la vida que deja en manos de los mayores el cuidado de la casa y de sus hijos más pequeños pero que a pesar de todo les paga las facturas), Lochan (el hermano mayor, un chico de 18 años tímido, inseguro pero responsable, con ansiedad social, controlador y en ocasiones con unos ramalazos bastante violentos que está toda la novela lloriqueando), Maya (la hermana mediana, de 17 años, una chica que, aunque tiene un poco más de chispa que los dos mencionados anteriormente no es destacable en nada más que en ser la incitadora principal de la relación), Kit (de 13 años, un chico rebelde y bastante gamberro que a pesar de todo le da algo de vida a la novela) y los dos hermanos pequeños, cuyo papel en la novela se limita a comer cereales.

“Prohibido” relata una historia completamente insípida relatada en primera persona a dos voces (la de Lochan y la de Maya) en la que no pasa absolutamente nada: lo único que cuenta es la rutina diaria de esta familia (levantarse-desayunar-llevar a los niños al colegio-clases-recoger a los niños-ir a casa-hacer deberes-cenar-dormir) y el repentino enamoramiento de los dos hermanos, por lo que los escenarios estén reducidos a la casa y, a veces, al colegio, un parque o un bar, lo que provoca que la historia se haga lenta y apática; y los pocos cambios que se producen en el libro son demasiado precipitados e inverosímiles. De vez en cuando surgen algunas líneas argumentales que podrían haberse desarrollado para darle más profundidad a la novela, como la de la ansiedad social, la rebeldía del hermano mediano, los vacíos legales de la situación en la que la familia se encuentra (como tener un padre ausente que no ayuda económicamente a su antigua familia), o los problemas que genera entre los más pequeños la privación de una madre por culpa del alcohol y de un nuevo novio... Pero no, la escritora sólo se centra en la rutina familiar y el enamoramiento incestuoso.
La historia de amor sale de las piedras. De pronto. Sin introducción ni nada, simplemente un día eran dos hermanos que lo único que sentían acerca del otro era amor fraternal y al siguiente momento estaban tan enamorados que no podían quitarse las manos de encima: amor y atracción física aparecen a la vez y en el mismo momento. La excusa que da la escritora a este amor tan repentino es que como siempre se han ayudado entre ellos se veían como mejores amigos. Y este amor que súbitamente sienten el uno por el otro lo complica todo, ya que no pueden estar juntos como quieren a pesar de que es lo único que desean debido a la visión que la sociedad tiene sobre el incesto. Respecto a su visión del amor, Lochan no para de darle vueltas a que es prohibido, que están haciendo algo mal, que las consecuencias si les pillan serán terribles... pero los impulsos físicos ganan a la reflexión moral. A Maya sin embargo lo que su relación pueda provocar no le importa; y la evolución de su enamoramiento es, sencillamente, ridícula.

(Además se pasan media novela con un tira y afloja totalmente grotesco que, parodiado, sería algo así [que conste que estas situaciones se dan de verdad aunque yo las haya parodiado, así que contiene un ligerísimo spoiler]):

-La sociedad va a pensar que somos unos degenerados.
-Ya, no podemos hacer nada aunque nos amemos mucho y muy fuerte.
-Uf, pero me atraes muchísimo, yo no sabría vivir sin ti.
-Ya, ni yo sin ti. Y tú a mí también me atraes, pero así de golpe y porrazo, sin introducción alguna ni nada, eh.
-¡Pero es que somos unos depravados! Hay algo mal con nosotros.
-¿¡Así que piensas eso!? ¡PUES YA NO TE QUIERO!
-DRAMA, QUE YA NO ME QUIERE, VOY A ROMPER COSAS Y A TENER ATAQUES RIDÍCULOS DE PÁNICO Y PARANOIA.
-Que es bromi, tonto, claro que te quiero porque te he visto crecer y sacarte los mocos, y eso es enternecedor.
-Oh, mi amor, yo también te quiero mucho, mucho. Pero dios mío, ¿qué estamos haciendo? ¡No podemos! ¡Está prohibido!
-Las consecuencias son fatales lo sé, pero no hay nada de malo en acariciarse y tocarse cuando nuestros hermanitos duermen en la habitación de al lado.
-No sé yo, eh, pero... uf, te quiero tanto, tanto.
-Ya ves, eh.
-Además me gusta verte dormir, por eso me cuelo en tu cuarto por las noches.
-¡Y a mi no me da para nada mal rollito despertarme de golpe y verte observándome en silencio y con cara de pervertido!
-¡¿Pero estamos enfermos o qué nos pasa?! ¡Esto no es normal! ¡Nos hemos criado como hermanos y ahora nos estamos pasando por el forro los roles familiares con los que nos hemos identificado y hemos clasificado al resto de la familia!
-Qué dices, si este es amor del bueno.

Si ya la historia es difícil de digerir por lo increíblemente repetitiva y simplona, lenta y aburrida que es, la justificación al repentino amor de los hermanos la hace incluso peor. La escritora podría haber argumentado que, al haberse ocupado ellos dos solos del cuidado de la casa y de sus hermanos pequeños habían confundido los roles paternos colocándose en ellos y por tanto desembocando en una consecuencia que aunque resultara complicada que surgiera, fuera psicológicamente lógica. Sin embargo, con la defensa a ese amor que surge tan a bote pronto lo único que consigue es hacer menos creíble la historia (sobre todo por motivos psicológicos, sociales y de identificación con los roles familiares [no es que algo así no pueda pasar, pero es muy complicado que estas situaciones se den; es muy difícil sentir atracción física hacia un hermano junto al que has crecido en el mismo ambiente y con la misma educación]).
La trama, como ya he comentado, brilla por su ausencia; y la forma en que está escrita es descriptiva hasta el punto de ser agotadora ya que no hay apenas diálogo. Respecto al final de la novela, es completamente previsible.

No es una novela que yo recomendaría y menos para gente joven: no por la relación que hay entre sus páginas (que podría haber llegado a ser interesante si la escritora la hubiera desarrollado de otro modo) sino por el modelo de amor que vende no sólo ésta (que lo hace en menor medida si la comparamos con otros libros juveniles) sino muchas otras novelas orientadas a un público adolescente y joven adulto (un amor controlador, tóxico [en el sentido de adictivo, de no poder vivir sin la persona a la que amas y alrededor de la cual gira toda la vida del enamorado sin dejar espacio para nada más] y opresivo...), la simpleza del argumento, lo repetitivo y lo cansino que resulta.

Por supuesto, habrá opiniones para todos los gustos, pero personalmente, me ha parecido una historia aburrida, desaborida y soporífera.

14 comentarios:

  1. Muy interesante, gracias por compartir, te he dejado un premio en mi blog
    besos
    MAITE
    El blog de MaiteCita

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  2. Me sorprende mucho tu reseña¡¡¡ yo le tenía muchas ganas y creo que voy a fiarme de ti¡¡¡ este lo dejo pasar¡¡¡ gracias Camino¡¡ besos¡¡¡ genial reseña¡¡¡

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    1. Bueno, si quieres leerlo, pues una experiencia más.
      Yo sólo sé que a mi me ha parecido más bien poco memorable y bastante vacuo, pero a cada cual con sus gustos :D
      ¡Un beso!

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  3. A mí una novela que trata del incesto ya me tira para atrás de entrada. Me da demasiado repelús. Pero si además dices que los personajes son planos e insulsos (que los pequeños solo comen cereales?? xD) y que es lenta y pesada... pues como que paso del todo.
    Es cierto que muy pocos autores saben tratar éste tema...
    Besos!

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    1. ¡Hola!
      La verdad es que a mi el tema del incesto tampoco me llama mucho, y me pasé toda la novela con mis apuntes de las teorías de Strauss en la mano para decir "¡que no, que esto es muy raro!" jajajaa
      ¡Un beso!

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  4. ¡Hola hola!

    Pues no coincidimos en nada. A mi este libro me APASIONÓ, me pareció muy realista y creo que debería leerlo absolutamente todo el mundo para quitarse ya los malditos prejuicios que hay (y bueno, lo siento por decir palabrotas pero me da rabia cuando la gente juzga sin saber jajajajajaja). Así que todo lo contario a ti jajajajajaja. No obstante, entiendo que para gustos los colores :3 Espero que tu próxima lectura la disfrutes más!!

    ¡Un besito!

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    1. ¡Hola!
      Yo no creo que los prejuicios sobre el incesto estén mal planteados ya que tienen muchísimas razones para existir (la chapa que nos pegaron en Antropología del Parentesco con ese tema, madre jajaja), pero claro, después hay modos y modos de ver esas situaciones.
      Me alegra que disfrutaras del libro, sin embargo :D
      ¡Un beso!

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  5. ¡Hola! yo lo empecé y lo dejé a medias. No creo que sea una lectura que retome en un futuro.
    Besos.

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    1. Es una novela difícil de acabar si uno no está dispuesto a leer sobre estos temas
      ¡Un beso!

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  6. La portada está bonita pero no me llama demasiado:/
    Gracias por la reseña!
    besos

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  7. OS PRESENTO... MI RESECOMENTAÑA:

    ¡AAAAAHHHH! ¡LAS RESEÑAS NEGATIVAS! Son un placer y una delicia leerlas y más cuando son sobre un libro al que has estado expuesto y que tampoco te ha gustado. Esto no es una cuestión de prejuicios o de intolerancia. El tema tratado en si no tiene tanta originalidad como suelen decir solo hay que mirar los relatos sobre mitología griega para verlo o la Biblia o los Diarios de Anaïs Nin,… el problema está en cómo ha sido expuesto por la autora, el incesto posee unas características inherentes como tabú social universal y me temo que si bien ha habido casos a lo largo de la historia (la mayoría de estos se debían a cuestiones tanto políticas como económicas) no son habituales. La autora de este libro ha cometido dos errores garrafales que en ninguno de los casos debemos perdonar: el primero de ellos su forma de plantear el incesto y el segundo pero no menos importante la idea que transmite del amor.

    Empecemos por el segundo problema, como trata el amor: Lo que esta obra transmite es un mensaje erróneo a mas no poder: “Morir de amor”. (En este caso siempre hablo del amor romántico pues en esta historia no existe de otro tipo…) Voy a dejar aparcado por un momento mi idealismo para ser realista: No comemos amor, no respiramos amor, no pagamos las facturas con amor, el amor no lo es todo. Una persona hecha y derecha vive más que para eso, tiene sueños de trabajo, de familia, de amigos, de metas, de viajes, de pareja y de mucho más. Pero aquí lo que se muestra es única y exclusivamente la dependencia hacia la otra persona. Nos encontramos con dos personajes dependientes el uno del otro, controladores y que su única meta en la vida es satisfacer y llenar de felicidad a la pareja, y que el resto del mundo son enemigos de su pequeña burbuja lo que les aísla del resto. No sé cuántos de vosotros estáis puestos en el tema, pero yo como investigadora social, reconozco estas características como las del maltrato (pues es así como se empieza). Lo siento mucho nunca encontrare romántico el hecho de despertarme y ver a mi pareja observarme y controlarme mientras duermo sentado en un silla sin nada mejor que hacer, salgo corriendo, además de que debe ser aburridísimo observar a alguien dormir (yo le daría con un palo a ver si se mueve o dice algo). Hoy en día en la literatura juvenil, porque no solo este libro es pecador, es recurrente ver como se vende un amor paternalista y cerrado, el mundo gira entorno a la pareja, nos encontramos con hombres irascibles, controladores, orgullosos, pero con un lado sensible romántico y encantador que encadila a la chica (vuelvo repetirlo son las características de un maltratador…) y con mujeres que necesitan de un hombre para dar dos pasos correctos que no son capaces de vivir sino es con el aire del otro y que están dispuestas a todo por esa persona (maltrato-maltrato-maltrato-maltrato-…). Lo siento está viendo a nuestras generaciones más jóvenes una idea del amor machista y retrograda, que hace daño a toda la lucha por la igualdad y el respeto a la mujer.

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  8. Volvamos al problema del trato del incesto, el incesto tiene tantos matices y características a tener en cuenta que a la hora de hablar o escribir de él hay que estar sumamente informado. El incesto no es un tabú universal por nada, además de los factores biológicos que todos conocemos, la especie humana a lo largo de toda su historia ha sido exógama en cierto que (hay casos de endogamia pero estos suelen ser de poliandria), por lo que nuestra tendencia natural está en buscar pareja fuera del núcleo familiar. Existen tanto razones sociales como psicológicas para ello, para las segundas os remito a Freud, pero ya que no soy una experta en su teoría me voy a centrar en las sociales o más precisamente en este caso, las de parentesco basándome en las teorías de Claude Levi-Strauss. A la hora de tratar el incesto hay que tener en cuenta todas las confusiones de roles dentro del núcleo familiar que provocan estas relaciones, como sus manifestaciones dentro del ámbito social de la comunidad, la autora no trata en profundidad el tema convenientemente, no muestra de forma realista lo que supone para los protagonistas realizar esas acciones, están más preocupados por las represalias y por el que dirán que por lo que realmente está ocurriendo, si es cierto que tienen momentos de auto-odio pero tal y como los ha planteado la autora no son creíbles por el simple hecho de que dos páginas después ya no tienen importancia. Para que esta obra hubiese llegado a buen puerto debería de haber tratado todas las diferentes perspectivas sobre el tema, al menos si ese era en realidad su propósito, ósea se si de verdad quería hablar del incesto tendría que haber mostrado todas sus facetas y no haberse centrado en las hormonas alborotadas de sus dos protagonistas.

    En mi opinión la autora de este libro en un venazo a lo Shakespeare quiso escribir un romance prohibido y encontró el incesto como cauce para cumplir este propósito, sin ser realmente su intención la de tratar este tema pues en ese caso hubiese tenido en cuenta todo los factores que he mencionado anteriormente.

    Desde mi silla, tu comentarista, Ana (“¡Y que le den al romanticismo barato!a mi que me den a un chico normalito, nada de transformar a uno malote en un buenazo, por favor el mío bueno desde el principio, no quiero estar taquicardia por si se va a enfadar, joder es que parece mentira...”)

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    1. ¡Ya echaba de menos tu comentario, Ana! :D
      Me encanta, aunque voy a mirarte mal porque no te has contentado con dejar que Strauss en manos de Rivas nos machacara lo del tabú del incesto y lo has repetido: ¬¬
      Sin embargo, sí coincido contigo: las razones del tabú son demasiadas y muy fuertes como para considerarlas un simple "prejuicio" (porque es un prejuicio que ya lleva en boga desde el Paleolítico, ojo).
      Y efectivamente, últimamente en los libros juveniles se ve un modelo de amor demasiado afixiante y controlador. No me extraña que en las últimas encuestas sobre el maltrato hayan salido los resultados que han salido, si tenemos en cuenta lo que echan por la tele y algunas temáticas literarias hay tela para rato...
      En fin, estoy de acuerdo contigo en todo.
      ¡Un beso!

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  9. <<¡¡Oh por Dios!! ¿Cómo escribo estos tochos?>>

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