¡Hola a todos!
¡Hasta aquí el especial! Espero que os haya presentado a una autora que antes no conocíais (o haberos ampliado unos pequeños datos acerca de ella si ya habíais oído hablar de su obra) y que os haya hecho plantearos leer alguno de sus libros.
Espero que estéis estupendamente.
Yo hoy vengo a traeros otra entrada especial. Ya hice una antes, con el
Especial Terry Pratchett: Mundodisco (que espero que os gustara, os descubriera
un nuevo autor si no le conocíais y os animara a leerle… aunque si aún no os
habéis pasado por ella os animo a hacerlo ahora), y hoy le toca a una autora
que, cómo no, me descubrió mi padre hace unos años y que me ha enamorado cada vez
más con cada uno de los libros que he leído. Me refiero a Connie Willis, como
habréis podido adivinar por el título de la entrada.
Connie Willis nació en 1945 el 31
de Diciembre. Renombrada escritora americana de fantasía y ciencia ficción, ha
ganado once premios Hugo y siete Nebula por sus trabajos (más premios que
cualquier otro escritor). Desde muy joven se interesó por el mundo de la
lectura, y fue a los trece años cuando descubrió la ciencia ficción a manos de
Robert Henlein, momento que abrió un nuevo horizonte en su vida e hizo que se
enamorara de este género. Aprender a escribir, sin embargo, como ella misma
dice, no fue fácil: tuvo que estudiar, practicar y leer mucho para conseguir
afinar su estilo y formarse como autora. «Creo que no hay otra manera que leer
y escribir mucho para aprender los conceptos básicos [de la escritura]».
Tras esporádicas publicaciones de relatos que combinaba con su trabajo como
profesora, Willis pasó a dedicarse a tiempo completo a sus escritos, y sus
primeros tientos en la ciencia ficción no tuvieron lugar hasta los años
ochenta.
El erudito Gary K. Wolfe ha
escrito sobre ella que «Willis, la antigua superestrella de convenciones de
ciencia ficción (…) y autora de algunas de las historias más divertidas del
campo, es una mujer de una complejidad y una gravedad considerablemente mayores
que lo que refleja su popularidad personal, y por todo lo que hace en las
comedias de comedia y en la parodia rápida, quiere que sepamos que es escritora
de cierta gravedad». Como escritora, su obra se caracteriza por manejar hábilmente la
emotividad usando una prosa sencilla de influencias inglesas, muy cercana y
agradable, y un fuerte toque de humor, que impregna hasta sus novelas más
serias.
En sus novelas ha tocado la psicología
de los sueños (Los sueños de Lincoln),
la psicología humana y la investigación científica (Oveja Mansa), la exploración de un planeta (Territorio inexplorado), las experiencias cercanas a la muerte (Tránsito)… mientras que en otras sigue
la tradición clásica de la ciencia ficción dándoles su toque personal. Willis
disfruta explorando la personalidad de sus protagonistas y las ciencias
sociales y culturales alrededor de sus escritos, y muchas veces las temáticas
de sus novelas son meros escenarios que permiten introducir reflexiones
sociales acerca del mundo actual que nos rodea y los comportamientos de la
gente que vemos día a día.
«Con cada historia comienzo mi carrera
como escritora de nuevo e intento nuevas cosas. Esta es una de las
posibilidades que la ciencia ficción me permite con su riqueza. Es también por
esta razón por lo que sigo amando este género». Sus influencias, según
ella misma reconoce, son escritores como Ray Bradbury (Fahrenheit 451), Agatha Christie (Asesinato en el Orient Express), Dickens (La pequeña Dorrit), P. G. Wodehouse (Pobre, vago y optimista), Daniel Keyes (Flores para Algernon, historia que además define como su favorita
de ciencia ficción), Théodore Sturgeon (Los
cristales soñadores) y Victor Hugo (Los
Miserables, autor al que considera fantástico, capaz de describir las
escenas más bellas con un terrible suspense), entre otros.
Connie no se limita
exclusivamente a las novelas, ya que ha escrito numerosos relatos, muchos de
los cuales se encuentran recogidos en antologías, pero de sus numerosas novelas
las más conocidas, sin duda, son aquellas centradas en los viajes en el tiempo,
que además tienen detrás un intenso trabajo de documentación: la serie de los
Historiadores de Oxford comenzó con un relato suyo, muy famoso, llamado Brigada de incendios, donde un
historiador del futuro viaja a la época de Segunda Guerra Mundial en el
bombardeo de Londres acabando mezclado en el intento de salvar la catedral de
los destrozos de la guerra. Más adelante y siguiendo esa línea llegó El libro de día del Juicio Final, Por no
mencionar al perro, El apagón y Cese
de Alerta. Como todas sus novelas, están extraordinariamente bien escritas
y trabajadas, y el estilo, sencillo y natural, contrasta con la impresionante
complejidad de la que hacen gala y conduce a la perfección las historias,
trepidantes, rápidas y llenas de acción.
Cada una de sus historias es más
animada, está más trabajada y es todavía más apasionante que la anterior. Como
ella misma dice, «Contrariamente a lo que uno podría pensar, cada historia
es siempre más difícil de escribir que la anterior porque uno siempre quiere
probar otras cosas, probar otras formas de escritura». Sin embargo, esta autora sale del
paso con absoluta maestría.
La obra completa de Connie Willis,
en resumen, es una increíble aventura, una obra maestra, valga la redundancia.
Esta autora usa la realidad del mundo para mostrar en sus novelas reflexión, humor,
filosofía y crítica, todo envuelto en un argumento trabajado y de increíble
calidad que abre los ojos a un nuevo mundo.
¡Hasta aquí el especial! Espero que os haya presentado a una autora que antes no conocíais (o haberos ampliado unos pequeños datos acerca de ella si ya habíais oído hablar de su obra) y que os haya hecho plantearos leer alguno de sus libros.
¡Nos vemos la semana que viene!
Tiene muy buena pinta y me gusta la idea de las antologías, que se me hacen mucho más amenas, así que como te dije, recomiéndamela de nuevo dentro de diez/quince años y le echaré un vistazo a sus obras :)
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